domingo, 3 de junio de 2012

Felicitaciones @JuanManSantos!


El presidente Santos celebró hoy haber alcanzado un millón de seguidores en Twitter, y yo me alegro. Me alegro aunque no sean reales y me alegro más si lo son; y felicito, respectivamente, a Juan y a Juan Manuel. Y no por las razones por las que ellos se congratulan, que probablemente serán las de la fatua vanidad (tal vez hacen cábalas de cuánto les falta para alcanzar a @AlvaroUribeVel), sino porque muestra la relevancia de una red social en la agenda del Gobierno, que permite que más ciudadanos conozcan de primera mano lo que le preocupa y ocupa a su presidente.

Desde los primeros años de internet se habla de la red como herramienta de gobierno; más adelante se suma el ingrediente de accountability (responsabilidad). Y yo creo que si el Gobierno trasciende la humana dimensión del ego para ver la de la responsabilidad, antes que congratularse, tendría que examinar si su gestión y comunicación de la misma cumple con las expectativas de un país que lo eligió por la promesa de defender unos principios y recorrer unos derroteros trazados por esos principios.

Este gobierno parece haber preferido la opción de apartarse de esos principios y caminar otros derroteros. En países más civilizados o en sistemas de gobierno parlamentario, eso daría para un impeachment o para un relevo en el gobierno. No en nuestro caso. Pero bajo la novedad de la reelección presidencial, sí puede tener un impacto crucial a la hora de premiar o castigar al mandatario de turno con un segundo término y en medio de las congratulaciones recíprocas, Palacio no lo está viendo.

Lo que Palacio está viendo es la inmensa fuerza de opinión de las redes sociales, creyendo ingenuamente que el número de seguidores en Twitter es la medida de su aceptación o aprobación. Si eso fuera así, @ernestosamperp acaso tendría una cuarta parte (8,000) de los 32,000 seguidores que tiene.  Por el contrario, cualquiera que sea el número, son individuos que están “viendo” lo que otro está haciendo y diciendo, con lo cual se forman una opinión de esa gestión, bien por acción ora por omisión. Y lo otro que probablemente Palacio no está viendo es que las redes le están reclamando su omisión por encima de su acción, así como su silencio por encima de su manifestación, como ha ocurrido con el atentado contra Fernando Londoño, el vil asesinato de doce miembros de nuestras fuerzas armadas en la frontera con Venezuela, las reiteradas mentiras del gobierno venezolano en relación con las FARC o los trece niños secuestrados en el Putumayo.

La buena noticia es que demuestra que en la incomodidad que al Gobierno le produce @AlvaroUribeVel, el ex presidente le sigue poniendo agenda, algo sin duda positivo para la democracia. De lo contrario, el Gobierno no reaccionaría como lo está haciendo frente a los tweets de @AlvaroUribeVel. La otra buena noticia es que demuestra que el Gobierno está viendo que el control de los medios tradicionales no es suficiente para manejar opinión; antes por el contrario, en no pocas ocasiones los tweets de @AlvaroUribeVel son la noticia de los medios tradicionales.

Esta tendencia se va a incrementar con el paso del tiempo. Si el Gobierno sigue creyendo que esto es cuestión de número de seguidores o de una competencia con @AlvaroUribeVel, ya la tiene perdida. Porque esa hinchada, casi fanática del ex presidente Uribe en Twitter, no es la respuesta a una vanidad personal sino la libre identificación ciudadana con unos principios y unas ideas de las que la gente se apropia y clama porque se las representen públicamente. Y lo que el ciudadano ve es que en lugar de adoptar la cómoda postura ex presidencial de la poltrona, @AlvaroUribeVel sale a defender esas ideas, hecho que a muchos incomoda, pero que el ciudadano del común agradece infinitamente, tanto más cuando ve los sacrificios que representa esa vocería para la persona misma del ex presidente, mucho más cuando siente que esa vocería le mantiene viva la esperanza de que no se pierda el rumbo.

COLOFON: Quiero reproducir palabras ajenas con ocasión de esta idea del obrar político de @AlvaroUribeVel en Twitter, porque reflejan ese anhelo en su motivación. Se trata de las líneas finales de una carta del ex presidente Uribe, excusándose, por estar fuera del país, de asistir a un homenaje al ex presidente Betancur:

Tengo particular gratitud y envidia de la buena por el Presidente Betancur: gratitud por el apoyo generoso que dio a nuestro Gobierno, del cual habría podido convertirse en acérrimo opositor; y, envidia de la buena por el tranquilo discurrir en su periplo de Ex Presidente, que contrasta con mi turbulencia sin tregua, que, sin embargo, algún día, el ejemplo del Presidente Betancur, mis años y mis nietos y sobre todo, un corazón tranquilo sobre el futuro de la Patria, se encargarán de apaciguar.

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